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De como tia Lola salvo el verano (How Aunt Lola Saved the Summer Spanish Edition)

Paperback
$7.99 US
5.06"W x 7.5"H x 0.53"D   | 5 oz | 48 per carton
On sale May 08, 2012 | 192 Pages | 9780307930231
Age 8-12 years | Grades 3-7
Miguel Guzman isn't exactly looking forward to the summer now that his mother has agreed to let the Sword family—a father, his three daughters, and their dog—live with them while they decide whether or not to move to Vermont. Little does Miguel know his aunt has something up her sleeve that just may make this the best summer ever. With her usual flair for creativity and fun, Tía Lola decides to start a summer camp for Miguel, his little sister, and the three Sword girls, complete with magical swords, nighttime treasure hunts, campfires, barbecues, and an end-of-summer surprise!
     Now available for the first time in Spanish, this warm and funny third book in the Tía Lola Stories is sure to delight a whole new audience and leave them looking for their own summer fun.
© Bill Eichner
Julia Alvarez is the author of the novels How the García Girls Lost Their Accents, In the Time of the Butterflies (a national Book Critics Circle Award finalist), and Yo!. She has also published two poetry collections (Homecoming and The Other side/El Otro Lado) and a collection of essays (Something to Declare).

Julia Álvarez es la autora de De cómo las chicas García perdieron el acento, En el tiempo de las mariposas (un finalista del National Book Critics Circle Award) y ¡Yo!. También ha publicado dos colecciones de poesía y una colección de ensayos. Julia Álvarez vive en Vermont y en República Dominicana, donde dirige una cooperativa de café orgánico, y un centro de alfabetización y arte con su esposo. View titles by Julia Alvarez
Sabado

La llegada de las Espadas

Miguel es el primero en darse cuenta de la llegada de las Espadas. 

Va bajando las escaleras y mira por la ventana. Tres ninas acaban de bajarse de una van y aguardan de pie en la entrada, mirando la casa. En sus caras se nota el mismo abatimiento que siente Miguel al verlas.

Deberia avisarle a su mama, pero por ahora quiere posponer todo lo posible esa invasion femenina. De tres hijos que tiene Victor, ¿no podia ser nino al menos uno?

En la sala, su mama y tia Lola al fin pueden descansar un poco. Tienen los pies sobre la mesa de centro. Ha sido una semana muy agitada, de cocinar, limpiar y arreglar las habitaciones en las que Victor y sus tres hijas van a quedarse. Victor es el abogado de Nueva York que logro que tia Lola obtuviera el permiso para permanecer en los Estados Unidos. Y ni siquiera le cobro un centavo por hacerlo. De manera que acoger a su familia durante una semana en la amplia granja donde viven es lo menos que pueden hacer para devolver el favor.

Mami nota la expresion pintada en la cara de Miguel. --¿Sucede algo malo? Recuerda, Miguel, que me lo prometiste --anade antes de que su hijo alcance a responderle que pasa.

Miguel y Juanita, su hermana menor, le habian prometido a su mama que serian buenos anfitriones con sus invitados. De hecho, cuando Miguel vio a las ninas, estaba trasladando sus ultimas cosas al cuartito del atico que queda junto a la habitacion de tia Lola, de manera que Victor y sus hijas estuvieran en el mismo piso de la casa. Pero hay algo en lo que Miguel no va a ceder de ninguna forma, ni siquiera por una semana: la diversion del verano. Tenia tantas ganas de que terminaran las clases. El quinto curso de primaria no fue exactamente facil para el (como lo atestiguan sus notas). Y de todas las semanas en las que hubieran podido tener invitados, vienen a coincidir exactamente con el primer gran juego de la temporada, el proximo sabado. El y sus companeros de equipo van a tener que entrenar en serio si aspiran a derrotar a las Panteras de Panton. Mientras tanto, tia Lola aun tiene que acabar de coser sus nuevos uniformes, pues hasta ahora ha estado demasiado ocupada ayudandole a Mami a preparar la casa para las visitas.

--Ya se que lo prometi --dice Miguel con un suspiro--. Les deje mi cuarto, ¿o no?

--Ay, Miguelito querido, ¡has sido tan comprensivo! Mi querido Miguelito...

A Miguel no le gusta cuando su mama se pone sentimental: Miguelito querido esto, Miguelito querido lo otro. Tia Lola le explico que en espanol se anade a un nombre la particula --ito, que da la idea de algo diminuto, como senal de carino a esa persona. Entonces, ¿por que lo hace sentir pequeno si sabe que no le gusta que le recuerden que es uno de los mas bajos de su curso?

--Recuerda que es la primera vez que las ninas vienen a Vermont --empieza Mami, igual que en todas las explicaciones que ya ha oido. Y luego sigue conque cuando Victor viajo desde Nueva York en abril pasado para representar a tia Lola en su audiencia ante las autoridades de migracion, quedo impresionado por la amabilidad de la gente y la belleza del lugar. Y que ahora esta pensando en irse a vivir a Vermont, y por eso lleva a sus tres hijas, de doce, once y cinco anos, para que conozcan el estado. Miguel habia estado entusiasmado con la visita, hasta que se entero de que Victor solo tenia hijas y ningun hijo varon.

Mami se le acerca, le toma la cara entre las manos y le planta un beso en la frente. Miguel tiene que reconocer que no ha visto a su mama tan contenta desde que sus padres se separaron hace ano y medio. Y la separacion se volvio divorcio a comienzos de ano. --Miguel Angel Guzman --lo llama Mami por su nombre completo, algo que suele hacer cuando va a senalar un comportamiento que debe corregirse. Pero le sonrie con carino--. Seguro que vas a sobrevivir. No olvides que entre las mejores personas de este mundo tambien hay ninas.

Como si esa frase hubiera sido su pista de entrada, Juanita aparece saltando escaleras abajo. --¡Ya llegaron! ¡Ya estan aqui! --grita alborotada, como si hubiera un incendio. Antes de que Miguel logre interceptarla, Juanita pasa de largo y abre de par en par la puerta principal. --¡Hola! A que no se imaginan: una de ustedes va a dormir en mi cuarto, las otras dos en el de huespedes, y Victor se quedara en la habitacion de Miguel, y Miguel se va para el atico...

Miguel no puede creer que su hermana haya dado toda la explicacion sobre donde va a dormir cada quien antes de que hayan puesto un pie en la casa. Y resulta mas increible aun que Mami no le llame la atencion. En lugar de eso, pasa al lado de Miguel y baja los escalones de la entrada saludando a los recien llegados. --¿Te ayudo con eso, Victoria? Eres Victoria, ¿cierto? --la mas alta asiente con la cabeza--. Y tu debes ser Esperanza --dice abrazando a la mediana, que es casi tan alta como Miguel--. Y tu eres la pequena Caridad --Mami se agacha y trata de darle un abrazo a la mas chiquita, pero esta parece ser supertimida, porque huye hacia la parte trasera de la van, donde su padre lucha por abrir la puerta. --¡Hola a todos! --grita--. En un momento estoy con ustedes.

--Y Mami dijo que podiamos hacer una fogata y asar marshmallows... y tia Lola nos puede contar historias de espantos y podemos hacer pinatas... --si Juanita sigue hablando sin parar, las otras dos ninas van a seguir el ejemplo de su hermana menor, regresaran corriendo a la van para marcharse, y punto final.

Pero no salen huyendo. De hecho, parecen mas contentas que cuando acababan de bajarse del vehiculo. Miguel recuerda su expresion sombria, mirando la casa como si fuera un reformatorio o una mansion encantada.

About

Miguel Guzman isn't exactly looking forward to the summer now that his mother has agreed to let the Sword family—a father, his three daughters, and their dog—live with them while they decide whether or not to move to Vermont. Little does Miguel know his aunt has something up her sleeve that just may make this the best summer ever. With her usual flair for creativity and fun, Tía Lola decides to start a summer camp for Miguel, his little sister, and the three Sword girls, complete with magical swords, nighttime treasure hunts, campfires, barbecues, and an end-of-summer surprise!
     Now available for the first time in Spanish, this warm and funny third book in the Tía Lola Stories is sure to delight a whole new audience and leave them looking for their own summer fun.

Author

© Bill Eichner
Julia Alvarez is the author of the novels How the García Girls Lost Their Accents, In the Time of the Butterflies (a national Book Critics Circle Award finalist), and Yo!. She has also published two poetry collections (Homecoming and The Other side/El Otro Lado) and a collection of essays (Something to Declare).

Julia Álvarez es la autora de De cómo las chicas García perdieron el acento, En el tiempo de las mariposas (un finalista del National Book Critics Circle Award) y ¡Yo!. También ha publicado dos colecciones de poesía y una colección de ensayos. Julia Álvarez vive en Vermont y en República Dominicana, donde dirige una cooperativa de café orgánico, y un centro de alfabetización y arte con su esposo. View titles by Julia Alvarez

Excerpt

Sabado

La llegada de las Espadas

Miguel es el primero en darse cuenta de la llegada de las Espadas. 

Va bajando las escaleras y mira por la ventana. Tres ninas acaban de bajarse de una van y aguardan de pie en la entrada, mirando la casa. En sus caras se nota el mismo abatimiento que siente Miguel al verlas.

Deberia avisarle a su mama, pero por ahora quiere posponer todo lo posible esa invasion femenina. De tres hijos que tiene Victor, ¿no podia ser nino al menos uno?

En la sala, su mama y tia Lola al fin pueden descansar un poco. Tienen los pies sobre la mesa de centro. Ha sido una semana muy agitada, de cocinar, limpiar y arreglar las habitaciones en las que Victor y sus tres hijas van a quedarse. Victor es el abogado de Nueva York que logro que tia Lola obtuviera el permiso para permanecer en los Estados Unidos. Y ni siquiera le cobro un centavo por hacerlo. De manera que acoger a su familia durante una semana en la amplia granja donde viven es lo menos que pueden hacer para devolver el favor.

Mami nota la expresion pintada en la cara de Miguel. --¿Sucede algo malo? Recuerda, Miguel, que me lo prometiste --anade antes de que su hijo alcance a responderle que pasa.

Miguel y Juanita, su hermana menor, le habian prometido a su mama que serian buenos anfitriones con sus invitados. De hecho, cuando Miguel vio a las ninas, estaba trasladando sus ultimas cosas al cuartito del atico que queda junto a la habitacion de tia Lola, de manera que Victor y sus hijas estuvieran en el mismo piso de la casa. Pero hay algo en lo que Miguel no va a ceder de ninguna forma, ni siquiera por una semana: la diversion del verano. Tenia tantas ganas de que terminaran las clases. El quinto curso de primaria no fue exactamente facil para el (como lo atestiguan sus notas). Y de todas las semanas en las que hubieran podido tener invitados, vienen a coincidir exactamente con el primer gran juego de la temporada, el proximo sabado. El y sus companeros de equipo van a tener que entrenar en serio si aspiran a derrotar a las Panteras de Panton. Mientras tanto, tia Lola aun tiene que acabar de coser sus nuevos uniformes, pues hasta ahora ha estado demasiado ocupada ayudandole a Mami a preparar la casa para las visitas.

--Ya se que lo prometi --dice Miguel con un suspiro--. Les deje mi cuarto, ¿o no?

--Ay, Miguelito querido, ¡has sido tan comprensivo! Mi querido Miguelito...

A Miguel no le gusta cuando su mama se pone sentimental: Miguelito querido esto, Miguelito querido lo otro. Tia Lola le explico que en espanol se anade a un nombre la particula --ito, que da la idea de algo diminuto, como senal de carino a esa persona. Entonces, ¿por que lo hace sentir pequeno si sabe que no le gusta que le recuerden que es uno de los mas bajos de su curso?

--Recuerda que es la primera vez que las ninas vienen a Vermont --empieza Mami, igual que en todas las explicaciones que ya ha oido. Y luego sigue conque cuando Victor viajo desde Nueva York en abril pasado para representar a tia Lola en su audiencia ante las autoridades de migracion, quedo impresionado por la amabilidad de la gente y la belleza del lugar. Y que ahora esta pensando en irse a vivir a Vermont, y por eso lleva a sus tres hijas, de doce, once y cinco anos, para que conozcan el estado. Miguel habia estado entusiasmado con la visita, hasta que se entero de que Victor solo tenia hijas y ningun hijo varon.

Mami se le acerca, le toma la cara entre las manos y le planta un beso en la frente. Miguel tiene que reconocer que no ha visto a su mama tan contenta desde que sus padres se separaron hace ano y medio. Y la separacion se volvio divorcio a comienzos de ano. --Miguel Angel Guzman --lo llama Mami por su nombre completo, algo que suele hacer cuando va a senalar un comportamiento que debe corregirse. Pero le sonrie con carino--. Seguro que vas a sobrevivir. No olvides que entre las mejores personas de este mundo tambien hay ninas.

Como si esa frase hubiera sido su pista de entrada, Juanita aparece saltando escaleras abajo. --¡Ya llegaron! ¡Ya estan aqui! --grita alborotada, como si hubiera un incendio. Antes de que Miguel logre interceptarla, Juanita pasa de largo y abre de par en par la puerta principal. --¡Hola! A que no se imaginan: una de ustedes va a dormir en mi cuarto, las otras dos en el de huespedes, y Victor se quedara en la habitacion de Miguel, y Miguel se va para el atico...

Miguel no puede creer que su hermana haya dado toda la explicacion sobre donde va a dormir cada quien antes de que hayan puesto un pie en la casa. Y resulta mas increible aun que Mami no le llame la atencion. En lugar de eso, pasa al lado de Miguel y baja los escalones de la entrada saludando a los recien llegados. --¿Te ayudo con eso, Victoria? Eres Victoria, ¿cierto? --la mas alta asiente con la cabeza--. Y tu debes ser Esperanza --dice abrazando a la mediana, que es casi tan alta como Miguel--. Y tu eres la pequena Caridad --Mami se agacha y trata de darle un abrazo a la mas chiquita, pero esta parece ser supertimida, porque huye hacia la parte trasera de la van, donde su padre lucha por abrir la puerta. --¡Hola a todos! --grita--. En un momento estoy con ustedes.

--Y Mami dijo que podiamos hacer una fogata y asar marshmallows... y tia Lola nos puede contar historias de espantos y podemos hacer pinatas... --si Juanita sigue hablando sin parar, las otras dos ninas van a seguir el ejemplo de su hermana menor, regresaran corriendo a la van para marcharse, y punto final.

Pero no salen huyendo. De hecho, parecen mas contentas que cuando acababan de bajarse del vehiculo. Miguel recuerda su expresion sombria, mirando la casa como si fuera un reformatorio o una mansion encantada.